domingo, 12 de enero de 2014

No eres más persona que el otro.

Me provoca tanta indignación, tanta impotencia y tanta cólera el tremendo atraso social que experimenta aún nuestra sociedad.
Somos los mejores inventando móviles, televisiones, zapatillas y por eso nos creemos avanzados e innovadores, y sin embargo algo tan básico como el respeto sigue estando en un segundo, o incluso tercer plano.
 A día de hoy personas se ven encasilladas dentro de sus propias vidas, sin esperanzas, frustrados y acomplejados por el color de su piel o por la persona a la que aman.

El amor, que es una de las cosas más bonitas que pueden pasarle a una PERSONA, a un SER HUMANO, llega a significar la carga más gigante que jamás recaerá sobre tus hombros.
Bajo la piel tenemos los mismos músculos, huesos y articulaciones y sin embargo nos atrevemos a acusar a alguien de enfermo o equivocado por querer a otro de su mismo sexo. Ridículo.

Me gustaría que por un momento el juego fuese al contrario y la supuesta enfermedad horrible y tremenda fuese la heterosexualidad, y así ver como conviven todos esos ''valientes'' con el rechazo constante sin ninguna sólida razón; que un hombre pasease de la mano de una mujer por la calle fuese causa de burla y acoso; también que querer casarte con tu pareja, porque es la persona con la que quieres permanecer el resto de tu vida y quisieras afianzarlo, estuviese PROHIBIDO por la ley; que tu propia familia te rechazase porque tienes que confesarles, como si casi se tratara de un pecado, que te has enamorado.

¿Es realmente necesario distinguir a una persona por lo que le gusta? 
¿Es necesario señalar, acusar, marginar, agredir, repudiar a alguien por sentir dentro de el algo tan incontrolable y bello como el amor? 
¿Es necesario? 
¿Te priva de comer, dormir, disfrutar....vivir, que dos hombres o dos mujeres quieran ser felices? 
Yo creo que no.
 Es más, creo que eres tú mismo el que te estás privando de hacer algo que realmente te encante, porque estás dedicando TU tiempo, que es oro, a odiar algo que...sintiéndolo mucho por ti y tus esfuerzos...NUNCA jamás estará en tus manos frenar.

Realmente me gustaría que algo tan necesario como la empatía fuera el mejor complemento de una persona socialmente respetable. 
No hay nada más bonito como el levantarte una mañana, tranquila, sabiendo que hay alguien ahí por y para tí y que no corréis peligro de quereros, porque no molestáis a nadie.

En tu cabeza inquieta, puedes pensar lo que te venga en gana, pero que eso no influya negativamente en los demás, bien por eso de ``no hagas lo que no quieras que te hagan´´ o ``Tu libertad acaba donde empieza la de los demás´´

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